viernes, 3 de febrero de 2017

El último adiós al MH-370

   





   El tiempo corre veloz y la información recién captada tiene prioridad, la CIA nos tiene sumidos en una empresa que supera con creces nuestra capacidad de analizarla, el tic-tac se convierte en un incómodo observador de nuestro camino, nos apremia recordándonos que no podemos salir de sus parámetros, él tiempo define los márgenes de nuestra búsqueda y no queda más que aceptar la forma en que nos ata por más que tratemos de burlarlo.
  En medio de este remolino de información por analizar, la actualidad nos saca de nuestro hipnótico trance requiriendo nuestra atención, la sensación que causa es terriblemente familiar, es algo que una y otra vez acompaña discretamente nuestro trashumar por este planeta en más ocasiones de las que quisiera, lo importante queda postergado por lo urgente, muchas veces lo urgente no lo merece pero en este caso sin duda lo amerita.
   El día 17 del pasado enero que no nos ha dado respiro, una noticia de relleno ¡de nuevo el mismo patrón! nos mostraba la suspensión indefinida de la búsqueda del vuelo MH-370 de Malaysia Airlines, para quien no lo recuerde o no lo sepa hace casi 3 años el 8 de marzo del 2014 dicho vuelo salió del aeropuerto de Kuala Lumpur, Malasia a las 00.41 hora local con destino a Pekín China, pero con poco más de una hora de vuelo y después de un reporte por radio donde nada anormal se mostraba, el vuelo desapareció de la faz de la tierra, provocando lo que se considera la búsqueda más grande de la historia con un costo de 145 millones de dólares y 120000 km abarcados, la suerte de 227 pasajeros y 12 tripulantes queda como inconclusa, un misterio en toda regla.
  Debo de decir que cuando este lunático se enteró de esto fue inevitable recordar el Triángulo de las Bermudas, o quizá la posibilidad de una abducción extraterrestre, sólo pensarlo hacía que los latidos del corazón acelerarán. Con el correr de los días a este evento se manejo hasta la posibilidad de una puerta dimensional entre tantas cosas que surcaron mi mente y nuestra mesa de trabajo tenía hipótesis y teorías para escoger, pero lo que a la fecha deja nuestra investigación apunta para otro rumbo, las causas son más terrenales…
   Las cosas extrañas aparecen poco a poco, aquella zona del mundo es muy importante geopolíticamente y por ello está “observada” por radares civiles y militares permanentemente, sin olvidar los ojos del cielo, es decir una cantidad de satélites impensable y de hecho su cantidad es desconocida, me refiero a la “real.” A pesar de ello hubo trabas para que los países de la zona mostraran lo que pasó aquel día, se perdió tiempo precioso para resolver esto, aquel vuelo poco después de su último reporte de radio, gira bruscamente cambiando inesperadamente su dirección de rumbo norte hacia el sur oeste a toda velocidad, hecho completamente inusual por simple seguridad, al tiempo que hace un descenso de 20000 pies, la razón, complicar su seguimiento para los radares. 
  Uno de los hechos más desconcertantes que salieron a flote fue la desconexión después de la última transmisión de radio del capitán del vuelo del transpondedor y del ACARS de la aereonave, son los sistemas de rastreo de los aviones, sin ellos los sistemas de tierra no pueden “ver” a los aviones en el aire, no es algo que se anule fácilmente, precisamente por seguridad; no olvidemos que después de otro cuestionable evento como el 11 de septiembre cambió para siempre la palabra volar, aparte que todos los sistemas de un avión son redundantes, es decir que si falla el sistema primario existen dos y hasta tres sistemas de respaldo, algo que no funcionó aquel día.
   ¿Parece poco? los motores de éste poderoso avión considerado de alto rango son de la prestigiada marca inglesa Rolls Royce, los cuales mandan una señal periódica que indica su desempeño en vuelo, los motores de este estuvieron volando ¡cinco horas! después del brusco giro y la desconexión de sus sistemas, tenía combustible para volar por lo menos siete horas y los datos indican que estuvo en vuelo poco más de seis horas.
   Las teorías oficiales consideraron un posible suicidio, teoría que no se sostiene por la investigación posterior a la tripulación que después de ver cuentas, familia y hasta los vídeos del aeropuerto no muestra nada extraño, información dada por el FBI y sus especialistas, otra fue que el vuelo traía una carga de pilas de litio y la posibilidad de un incendio pero no existen restos, llamadas de emergencia que la soporten, el temido terrorismo hace promoción de sus fechorías confirmando su autoría, pedidos de rescate y demás hechos relacionados, ausentes por completo.
   Un Boing 777 como este no aterriza en cualquier lugar, por tamaño y peso requiere aeropuertos en toda regla, si hubiera caído por cualquier causa los restos tendrían que aparecer en cantidad, en este caso sólo hasta un año después se encontraron algunos restos que no se pudo confirmar al 100% que fueran del malogrado vuelo, la última dirección confirmada lo mostró con rumbo al Océano Índico y en ese rumbo “coincidentemente” existe una base norteamericana llamada Diego García que tiene una pista más que suficiente para recibir un avión de este tamaño, esta teoría tiene algo más, un pasajero confirmado de este vuelo llamado Philip Wood mandó una foto que se muestra completamente oscura a su novia indicando que el vuelo fue secuestrado por un comando militar y pudo esconder su teléfono y mandar dicha foto, lo importante es que en los datos EXIF, es decir los metadatos en la información de la misma, confirmando las coordenadas de la base mencionada, después de que se dio a conocer esto la información del trabajo del pasajero, empleado de IBM desapareció misteriosamente, hechos dijeron circunstanciales y desechados por la oficialidad de la investigación.


  

   Uno de los datos más recientes nos da algo más, dos de los pasajeros confirmados del vuelo están vivos, estuvieron en Malasia por turismo en aquellos días y fueron asaltados, sus pasaportes fueron parte del botín, por si fuera poco la compra de sus boletos para dicho vuelo fueron adquiridos al mismo tiempo, esto indica que por lo menos dos nombres de la lista son desconocidos y bien podrían ser especialistas que pudieran desconectar sistemas y tomar el avión y ser fantasmas indetectables,  ¿A quién le interesa que esto no se resuelva? esta pregunta da rastros interesantes, veinte de los pasajeros eran especialistas y dueños de la más moderna tecnología de chips de rastreo, tenían un socio que no viajó ese día y que por una cláusula modificada poco antes del vuelo que pactaba que si alguno de los dueños moría heredaba automáticamente su parte a los que siguieran vivos, en este caso el sobreviviente y dueño absoluto de esta tecnología se apellida Rothschild, una de las familias más poderosas del planeta y dueños también de un gran porcentaje de los medios de comunicación más importantes del mundo y es un referido habitual de las más escabrosas historias de poder en este planeta.


   


   Hasta aquí las informaciones, las coincidencias y teorías que desde el punto de vista durmiente y ortodoxo no son más que eso, pero creo que lo que más inquieta es lo que está en silencio pero grita su lugar y su poder, un gobierno sumiso, el de Malasia, a “algo” más grande que comete omisiones, errores más que llamativos, una compleja zona del mundo donde unos están vigilando permanentemente a los otros pero que extrañamente no ven nada en aquel momento, una misteriosa caída de servicio de los sistemas celulares de la zona exactamente en esos momentos, ¡qué mala suerte! y lo más desalentador no es que existan poderes que hacen lo necesario para prevalecer, lo hacen porque pueden hacerlo, porque una población dormida e indiferente que olvida rápido facilita su dominio, que no cuestiona y que se engancha fácilmente a la rueda mecánica que gira y no para, cosas como esta ocurren por cientos y aunque desborden descaradamente señales de que algo está mal, los durmientes las miran y esperan pacientemente la siguiente sin que su pulso fluctúe, es la realidad pura y dura.
   

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