La misteriosa musa

  

Uno de los disfraces de la musa

   Una sonrisa de esas que no piden permiso me pilló por sorpresa, lo que para mí es el mágico ritual de escribir está impregnado del objeto principal de mi búsqueda, el misterio. El cómo y porqué decido el siguiente tema a tratar está en medio de una batalla permanente, me explico, una parte de mi —muy pequeña por cierto— trata de establecer un método, un sistema que haga eficiente mi proceso para la factoría de letras y pensamientos en la que me estoy convirtiendo, qué temas, lo que hay en mis archivos personales, lo que tengo que contrastar, lo que hay que actualizar e investigar, quizá una noticia extraña acompañada de actualidad y como no, la sombra permanente que cubre todo en absoluto nuestro hacer en esta vida que responde al nombre de tiempo…

    Para qué negarlo, Cronos es una especie de editor inflexible que supervisa y “sugiere” lo que puedo o no hacer, por él sin duda trato de sistematizar mi aventura mágica de letras y pensamientos pero las cosas en ese particular universo no se sujetan a métodos y sistemas, existe algo más, que silente y caprichosamente regala ese impulso, esa chispa que hace que todo lo planeado vuele por los aires por su causa, porque cuando ella aparece es imposible ignorarla…

   Me refiero a la inspiración, esa dama deseada y esquiva que aparece cuando menos se espera, va y viene a su aire sin que nuestro deseo por ella le haga quedarse más, quizá su encanto sea ese, mi incapacidad de retenerla. Ella llega, me toma y no me queda más que rendirme en su misterio, un misterio extraño que siempre ha sido enigma para este aprendiz de creador que termina por aceptar que ella es una entidad externa y que obedece a intereses que están por encima del creador, pertenece a ese universo paralelo que acompaña nuestra travesía por este mundo y modifica discretamente lo que hacemos, sólo tenemos que mirar en cualquier ámbito de la experiencia que llamamos vida donde su aparición transforma el curso del camino que ella ha visitado, lo modifica muchas veces en algo  mágico e impredecible, pero en otras y no son pocas, los efectos no son lo suficiente claros, nos hace cantar una canción que no comprendemos totalmente y ahí está su misterio.  

   Pero pasemos a ejemplos que nos muestran su poderoso influjo, los de creadores universales, esos que con sus aportes han cambiado para siempre el arte, la ciencia y con ello nuestro presente influido en empeños que han tenido la visita de ella. Nuestro viaje inicia en algo visto y estudiado universalmente aunque no todos lo recordemos, Dimitri Mendeléivev nos aporta la organización de la tabla periódica de elementos que fue su gran legado a la química, pero su trabajo no le fue sencillo, se sabe que esto le tuvo sumido en un esfuerzo de más de 10 años y que en un momento después de días de desvelo estaba por renunciar a la empresa. Así, vencido se fue a dormir y ahí ella hizo su aparición, en un sueño que le hacía estremecer al recordarlo, narra una imagen tridimensional que paso a paso le mostraba la secuencia a seguir, eliminando las barreras que conscientemente no pudo superar, fue un sueño tan vívido que despertó con tal estado de excitación  que escribió en dos horas lo que no había logrado en 10 años, la dimensión de su aporte iba más allá de lo descubierto en su tiempo, porque daba la pauta para descubrimientos de elementos posteriores a su mágica tabla, tal fue el caso del descubrimiento posterior del Galio por el químico francés Émile Lecoq que al hacerlo tuvo que “ajustar” a los parámetros marcados por Mendeléivev antes de su descubrimiento…

   El sueño es el vehículo común para ella, ese extraño estado que nos hace traspasar los límites de nuestra realidad y que parece idóneo para contactar con los mortales que no podemos vencer la obsesión causada muchas veces por el estado de creación consciente, aunque sin duda la frase del inmortal Picasso, “La inspiración siempre me toma trabajando” es un hecho importante, quizá porque hay que dar algo como ofrenda para ella y el esfuerzo parece agradarle.

   Ahora el viaje nos lleva a la magia de la música, arte que roza lo alquímico en muchas ocasiones, qué hace que la mezcla de esas 7 notas logren conectar con quien escucha, recientemente descubrí a Joaquín Sabina explicar que el éxito de una canción estaba en una buena melodía, una buena letra y un 100% de un elemento mágico que desconocía completamente su nombre, elemento que aparece de vez en cuando y ella lo trae oculto entre las curvas de su figura, pero no sólo un músico contemporáneo habla de ella, gran sorpresa me lleve al leer una entrevista hecha a un octogenario inmortal, Johannes Brahms (1833—1897) que en 1890 relataba su admiración por Beethoven y cómo lo marcó una revelación hecha por este, que le confió que estaba convencido de que algunas de sus obras maestras le eran dictadas por la divinidad que le hablaba y él sólo replicaba aquel mágico dictado. Esta revelación le causó un impacto tal que llevó a cabo las recomendaciones hechas por su amigo llegando a “conectar” con ella también, entraba en un estado casi de trance y preguntaba a ella en algún momento, “De dónde, porqué y hacía dónde” lo demás era acatar las instrucciones, en ocasiones el dictado de ella era contrario totalmente a la concepción musical de un sorprendido Brahms al recibir aquello, con gran duda de su parte escribía esa línea y al escucharlo posteriormente quedaba maravillado porque ella tenía la razón… tal fue la sensación de estar frente a algo externo e inexplicable a él que le hizo jurar al entrevistador que no revelaría su platica hasta que Brahms tuviera 50 años de muerto.

   Qué ropajes extraños usa ella, la musa misteriosa como la llamo que se presenta de tal forma o cual forma para que su mensaje sea recibido por el instrumento en turno, esa es la sensación que queda cuando nos damos cuenta que la constante en sus apariciones es la sensación, la seguridad de que ella es algo real y completamente ajeno, que provoca al creador a cruzar un camino que sin duda no tomaría sin su mágico susurro, ¿qué o quién está detrás de ella? Esa sensación es cercana al temor de enfrentarnos a algo que está por encima de nuestra humanidad y que nos usa.

   Ahora viajaremos a la India, en una provincia llamada Tamil Nadu donde nace un 22 de diciembre de 1887 una anomalía mágica, su nombre Srinivasa Ramanujan, hoy conocido como el profeta de los mundos paralelos, ya que su increíble trabajo matemático ha sido la base de la moderna teoría de cuerdas que está a punto de modificar para siempre nuestra concepción del universo, el famoso físico Michio Kaku comentó de él que su matemática era tan poderosa que le hacía pensar que él siempre había escuchado música tribal, viejos tambores repetitivos para de pronto descubrir la quinta sinfonía de Beethoven en la manera de hacer matemáticas de este prodigio inexplicable, que vivió toda su vida en la más absoluta pobreza, a los 15 años llega a él un viejo libro de matemáticas aplicadas que explotaron su mente, a partir de ese instante su universo fueron números y teoremas, a los 23 años se casa y tiene que buscar empleo, ahí encuentra a un compañero que habla inglés y al ver el portento que tenía al frente manda una carta a Cambrige  y ahí ocurre lo impensable, aquella carta fue desechada dos veces, la tercera la lee el catedrático de dicha universidad llamado Godfrey H. Hardy que se atemoriza cuando tiene en sus manos esos teoremas inexplicables que le dejaban como aprendiz de una magia literalmente inalcanzable para ese tiempo, le consigue una beca para que Ramanujan viaje a Inglaterra y se estremece al platicar con aquel menudo ser que estaba a poco de la indigencia, al cuestionarle el cómo de la adquisición de tan magno conocimiento este le cuenta que no es él, sino que la Diosa Namagiri, la patrona de su provincia le hablaba en sueños, le contaba y explicaba aquel conocimiento desconcertante, de hecho por razones religiosas este rechazo aquella oferta de Cambrige, pero 3 días después de desechar la propuesta, su madre soñó con la misma diosa que le mostró la admiración que su hijo provocaría en su viaje, así que por orden directa de la diosa le autorizó marcharse a esas lejanas e impuras tierras.

Ramanujan

   Ese fue el inicio de una colaboración de 5 años donde lo más selecto de Cambrige se rindió ante el prodigio, en 1917 fue admitido en la Royal Society de Londres y también en el Trinity College donde el temor y la admiración a partes iguales le rodearon, su ritmo de trabajo era sobrehumano, cuando parecían llegar al limite aquel ser sonreía y se retiraba a dormir, Namagiri haría el resto. La tuberculosis le sorprende y en 1919 regresa para morir en su India añorada, esos 5 años han tardado un siglo en ser comprendidos, la llave de la física cuántica dormía en aquellos teoremas inexplicables, ella de nuevo sembrando magia y misterio.

   A qué nos enfrentamos en realidad, ella no nos dice porqué, sólo nos regala lo necesario para que esa chispa transformadora haga su efecto, creo no exagerar al pensar que ella es el oscuro arquitecto de esta realidad donde una respuesta nos lleva a mil preguntas, las certezas escapan avergonzadas de tanta extrañeza escondida en las biografías de los transformadores de nuestra realidad, nuestra soberbia sucumbe ante una presencia permanente, Cronos le permite su omnipresencia atemporal, su realidad es misterio puro que nos hace estremecer, sólo me queda desearla cada instante, espero que sus visitas sean más frecuentes pero en el fondo sé que me debo rendir a su capricho, tenía una historia distinta planeada y ella, la musa misteriosa me guiña con la complicidad de mi gatita Gobekli que se empeñó en tirar de mi librero sin razón aparente un libro, uno que hizo cambiar los planes, ella me mostró que planear frente a ella poco vale, le veo sonreír ante mi sorpresa, caballerosamente le regreso el gesto, porque su visita hizo este viaje más bello, entre la sorpresa y su mirada vigilante, ¿quien eres, musa misteriosa?  

Un encuentro con lo oscuro

    

El trofeo de mi amigo...

   La rueda del tiempo sigue su inexorable giro, el paso de estación está a unos días de cumplirse puntualmente, la inminente llegada de la primavera nos marca la parte más alta del ciclo creador con su poderoso simbolismo, su llegada inexorable nos recuerda nuestra condición de viajeros permanentes, que a cada paso nos regala situaciones que tienen algo, esas cosas que llamamos casualidades que sin duda son “guiños” para el que está dispuesto a escuchar y cuando nos atrevemos la magia creadora se manifiesta, con su ejemplo nos recuerda que somos también creadores de realidad, ante nuestra sorpresa, el aprendiz se descubre haciendo lo impensable…

   Pero no imaginen a servidor haciendo hechizos en una cueva oscura realizando rituales, la parte más poderosa de la magia creadora es que está ahí, en la más común y corriente calle de una ciudad cualquiera, en mi caso, el ombligo de la luna es mi centro de operaciones y mi ritual es la creación de este puñado de sueños que artesanalmente lanzó al universo esperando respuestas, encontrando a buscadores que cuestionan y laten por las mismas inquietudes, por las mismas preguntas que le dan sentido a una búsqueda permanente que tiene al misterio como norte, encontrándolo en lugares y situaciones que todo tienen menos lugar para su peculiar modus operandi en apariencia, pero está y su presencia inesperada mira sonriente a los lunáticos curiosos…

   Tal es el caso de lo ocurrido en días recientes, me encontré caminando en el centro de la ciudad, buscando en librerías de viejo joyas olvidadas y de paso tomando unas fotografías para ilustrar una futura entrada del blog, alejado mentalmente del bullicio y rodeado de durmientes que van más preocupados del embrujo de las pantallas de sus dispositivos, hipnotizados por el mundo bidimensional, ajenos a lo que que pasa en la tridimensional realidad, la que podemos sentir y percibir directamente y que siempre da algo qué ver, en ese extraño enlazamiento entre dos mundos, un durmiente salió abruptamente de su trance al impactarse en mi persona a pesar de mis esfuerzos por evadirlo, pero la molestia se transformó en sorpresa, el durmiente era un antiguo conocido, uno que no veía hacía más de veinte años.

   Después de la sorpresa y unos cuantos insultos de mi parte por su pertenencia al clan de los durmientes un café surgió inevitable, para actualizarnos del qué y cómo habían sido todos esos años y contarnos el guión que el destino había escrito para nuestras vidas.

   Los pormenores giraron en torno a lo habitual entre dos hombres que se conocieron veintiañeros que ahora transitaban los cuarentas, él estaba orgulloso de los éxitos logrados en el plano profesional, el reconocimiento y la economía desahogada le eran habituales, su vida en esta realidad era lo esperado, logros perceptibles y contables que al parecer le daban la dosis requerida para su satisfacción, le deje hablar, hábito frecuente en servidor que da frutos inesperados en mis búsquedas detrás del esquivo misterio y esta ocasión no sería la excepción…

   Después de tres tazas de café y un monólogo de sus logros de poco más de una hora tocaba mi turno, nunca he sido de hablar de mí y no soy de voltear al pasado, sobre todo cuando se trata de situaciones habituales y corrientes en la vida de cualquiera, —¡soy un cualquiera!— así que en quince minutos estaba por concluir hasta que su expresión de “todo bajo control” sufrió un cambio inesperado, al comentarle brevemente el objetivo de mi búsqueda y todo lo que está alrededor de ella, fui bombardeado por un sinfín de preguntas, habituales para mí pero sin duda mi amigo estaba cruzando un camino poco recorrido, su expresión iba cambiando, el temor estaba susurrándole de cerca y sin duda no era algo que hubiera querido provocar en aquel hombre hasta unos instantes con el control total, mi instinto me alertaba sobre algo. Sin más le pedí me contara qué había recordado y que sin duda le angustiaba, y así me disparo a bocajarro si en verdad creía que existieran “cosas raras” mi respuesta fue sin duda la llave para que abriera el baúl de sus recuerdos, esos que se tienen en cuarentena y se evitan, con ellos ocurre un extraño mecanismo que hace que literalmente se olviden, hasta que un lunático choque contigo en un día cualquiera.

   Entonces salió a flote, el recuerdo encapsulado por más de veinticinco años, una experiencia que marcó un antes y un después en la vida de este amigo que me hizo jurarle que nunca diría su nombre y que frente a este buscador regreso a su pasado, once años recién cumplidos y una visita de su familia completa a una comida con un buen amigo de su padre que vivía en el mítico Tlatelolco, zona marcada con sangre en dos ocasiones, hechos que los habitantes del ombligo de la luna no olvidamos, la masacre del 2 de octubre de 1969 y después el 19 de septiembre de 1985 con el terremoto reciente más poderoso vivido por esta tierra adolorida y que para mí amigo era inolvidable también, por su particular vivencia, experiencia que ocurrió en 1983 y que nada tendría de recordable si no fuera por esos hechos que por alguna razón nos hacen cruzar el velo entre lo físico y lo del otro lado, que a veces no es agradable, esas cosas que son oscuridad y que cuando se viven pasa una vida entera en que el protagónico se pregunta miles de veces… ¿Porqué?

   El inicio de este viaje no fue llamativo, llegar a una casa desconocida, gente nunca vista por un chaval que hubiera preferido mil opciones antes que la de visitar a extraños, los hijos de esta familia eran un chaval de edad similar y una jovencita pocos años mayor que miraba a su hermano y a los visitantes —mi amigo y su hermano— como pequeños inconvenientes qué cuidar, pero la magia de la infancia fue derrumbando el hielo inicial y en poco tiempo congeniaron, el juego como moneda común hizo el resto, una pelota y el querer divertirse los transportaron a unos largos y amplios andadores del inmenso complejo habitacional, un juego siguió a otro y las escondidas eran una posibilidad perfecta, la escenografía natural a disposición, jardines, corredores y recovecos por descubrir eran irrechazables. Así mi amigo se miraba buscando un escondite, se introdujo en el mismo edificio donde vivían sus nuevos amigos pero por una entrada distinta, la más alejada de aquel edificio inmenso, se miró subiendo unas escaleras que le parecieron interminables, subía apresurado y escuchaba a lo lejos el conteo de la muchachita que por edad y conocimiento del lugar era un reto a vencer, la sonrisa de mi amigo escapó de su rostro mientras recordó la primera señal de lo extraño, sin saber porqué dejo de escuchar el conteo de su compañera de juego, de hecho al recordarlo cayó en cuenta en que lo único que escuchaba eran sus pasos apresurados mientras subía las escaleras, el temor hacia su aparición, no en el chaval buscando escondite sino en el adulto medio que volvía a vivir aquello, la ausencia de sonido iba acompañada de la sensación de estar siendo observado, no era agradable, la expresión de su rostro me hacía imaginar la sensación de aquel hombre, sin saber porqué sintió la necesidad de mirar hacia arriba, se sentó en las escaleras y saco la cabeza por entre los barrotes del barandal y miro a lo alto, y ahí estaba eso… su apresurada respiración me preocupo, una palidez en su rostro me hizo temer algo malo físicamente, su corazón quizá, trate de que interrumpiera su viaje al pasado pero no me escuchaba, su voz entrecortada describía a eso, una figura inmensa, su mente adulta repetía que casi pegaba con el techo de la construcción, su cálculo quizá cercano a los 3 metros, le cuestioné si era una sombra y me repetía mientras se le escapaba una lagrima que no era sombra, era el negro absoluto y aunque no veía el rostro o facciones en aquello, estaba completamente seguro que le miraba y que tenía cuernos…

   El terror de verdad no necesita efectos especiales o sonido estereofónico, su narración ahogada entre lágrimas y la manera de mirarme me hicieron sentir miedo, del genuino, del que nada tiene que ver con la postura o la exageración, aquel hombre lloraba como lloró aquel niño de once años que corrió como jamás en su vida lo había hecho ni antes ni después, al tratar de tranquilizarlo mi amiga la curiosidad no pudo reprimir preguntarle cómo termino aquello, un poco más calmado me dijo que lo siguiente en su memoria fue verse solo en una feria ambulante que estaba no lejos del edificio de sus amigos, jugando al tiro al blanco y ganar una figurita como premio a su puntería,  que luego regalaría a su madre, luego se miró regresando al departamento y ser interceptado por su compañera de juegos que le reclamó su fuga sorpresiva que podría haberle costado un buen regaño de su padre si aquel tonto niño se perdiera…

   Ahora reflexionemos, cuando nos enfrentamos a hechos o situaciones vividas sin que estas se respalden de algo más que el dicho del testigo nos enfrentamos a todo lo que gira en torno a quien nos narra una vivencia, en este caso mi amigo me  ofrece datos interesantes, el tiempo en que le traté en el pasado, servidor en aquellos tiempos ya llevaba en el alma la incógnita y la curiosidad por el misterio aunque debo decir que era algo privado porque en ese tiempo no era popular ni mucho menos hablar de esas cosas, era de locos e ignorantes y por tal razón mis dudas y pensamientos nunca fueron externados y menos con mi amigo que por su parte era un joven promedio más interesado por el misterio de la mirada y los curvados caminos de una mujer, en cuanto tenía nueva novia sus amigos —yo incluido— pasábamos a estar al margen de su tiempo, su peinado y la marca de su ropa o calzado era su prioridad, jamás le hubiera imaginado interesado en lo intangible, nuestro reencuentro fue congruente con la imagen que tenía de él, pero al saber mi interés en esto algo se activó en sus adentros y aquel recuerdo brotó poderoso, pero su historia es totalmente desconocida por sus padres, su mujer y sus hijos, ¿qué razón tendría para confiármelo? Por esto y más pequeños detalles que un buscador ve cientos de veces, creo que algo real ocurrió en la vida de mi amigo, la gran incógnita es descubrir la causa, que tiene dos hipótesis básicas, algo interno que pasa por la compleja y desconocida maquinaria que es nuestra mente y la segunda que es más desconcertante, la posibilidad de que algo externo, ajeno por completo al testigo que actúa causando una puesta en escena exclusiva para un elegido o elegidos, pero… ¿Porqué?

   Luego viene el contexto, el gran cuadro donde encontramos casos similares y este caso encaja con un misterio fascinante, la aparición de entidades —por llamarlas de alguna forma— que son augurio de males y tragedias, en cuanto me contó su vivencia llegaron a mí los míticos casos del “Hombre Polilla” una entidad oscura, ojos rojos y alas que causó terror en los Estados Unidos y que fue el anticipo de una tragedia donde el puente que conectaba la pequeña y tranquila Point Plessant cayó a un río helado muriendo más de cincuenta personas, o la visión de similares entidades en los alrededores de la planta nuclear en Chernovyl en la lejana Rusia dejando la peor tragedia nuclear hasta ese momento y nuestro caso, mi amigo vio a un ser que el consideró el diablo en persona, dos años antes de aquel terremoto que devastó la ciudad y Tlatelolco fue especialmente dañado con el derrumbe de varios edificios del complejo habitacional, de hecho uno de los edificios caídos, el Nuevo León estaba a menos de 200 metros de donde el diablo interrumpía la tranquilidad de un día cualquiera de mi amigo…

   Por último viene la más inquietante para servidor, imaginen la zona centro de una de las ciudades más grandes del mundo, donde coexisten más de 20 millones de personas día a día, calculen la posibilidad de tener un encuentro “casual” entre un lunático buscador de misterios y un viejo conocido que tuvo una aterradora experiencia inédita hasta ese instante, con 25 años de distancia…

    Creo que somos aprendices de hechiceros, que hemos olvidado un antiguo arte, tal vez este olvido ha sido provocado y sólo cuando nos topamos con estas rupturas de la realidad somos conscientes de esta posibilidad y aún más, estoy convencido que existe un porqué, una razón para que seamos actores de “Causalidades” como esta, el misterio, mi misterio con mayúsculas es descubrir por y para qué…    

Érase una vez... Fukushima

   

   Esta travesía que llamamos vida nos lleva por sitios insospechados que algo dan a nuestro camino, experiencias, momentos y pequeños detalles que tienen algún valor que no siempre podemos sopesar correctamente, a veces por falta de tiempo, otras por nuestra miopía y algunas por falta de contexto, detalles que al vivirlos no tenemos la visión completa para entenderlos. Pero el tiempo por un lado y una herramienta fundamental —otra más— que con su magia nos hace entender, me refiero a la memoria, esa misteriosa facultad humana que no está muy claro cómo funciona, como tantos accesorios que tenemos en nosotros y que cuando aprendemos a usarla nos da luz sobre lo ocurrido en una peculiar historia en la que somos protagonistas y en la que no nos comportamos como tales.

   En este camino de la búsqueda la memoria se torna en algo insustituible para poder establecer conexiones y sobre todo contextos, hay cientos de hechos que están rodeados de pequeños detalles y circunstancias que la memoria nos facilita de tal manera que muchas veces llega a ser extraña, hay ocasiones que pareciera que algo externo a uno, quien “administra” tal o cual recuerdo, el que es necesario para la búsqueda actual que nos tiene absortos, he llegado a pensar que hay algo mas ahí, pero la historia va de la mano de un recuerdo no tan lejano y que parece ser regresa a la actualidad acompañado de un riesgo muy grande y que como tantas otras cosas importantes en realidad pasa de largo, pero este parece tener un riesgo muy grande para todos lo recordemos o no.

   Me refiero a lo acontecido un día como hoy, un 11 de marzo pero del 2011 en la central nuclear de Fukushima en Japón, fecha en que un terremoto de 9 grados cimbró a las 2.46 tiempo central de Japón el noroeste de aquel país, hasta ese instante los sistemas de seguridad de la central funcionaron correctamente apagando los reactores que estaban en operación, pero las cosas dieron un giro y a las 3.41 un poderoso tsunami golpeo sus instalaciones colapsándose todos los sistemas de respaldo de enfriamiento, causando el accidente nuclear más devastador de la historia, 15000 muertos, más de 3000 desaparecidos en el poblado que da nombre a dicha central que desapareció bajo las aguas que entraron a más de 5 kilómetros tierra adentro, pero los peor estaba por venir…

   El paso de los días trajo consigo el reconocimiento oficial de la fusión de los reactores 1,2,3 es decir, lo peor que puede ocurrir en una instalación nuclear, la generación de energía por estos medios requiere elementos radioactivos como el uranio y el plutonio que mezclados producen un combustible llamado “mox” que genera temperaturas altísimas que se mantienen “controladas” mediante algún sistema de enfriamiento, en este caso la central tenía unas albercas donde se enfría este combustible y sus residuos, estas dejaron de funcionar para llegar a la temida fusión, donde se despide a la atmósfera una cantidad aterradora de elementos radioactivos.

    Como siempre ocurre, existe una escala para “medir” el nivel de problema, en este caso se llegó al nivel 7 que es el máximo, las mediciones de emisiones generadas supero cien mil veces los niveles emitidos a la atmósfera, las albercas colapsadas de la planta emiten residuos radioactivos al mar 1850 veces superiores a lo permitido. La emergencia superaba todo lo imaginado y el gobierno japonés y la empresa Tepco que es de la poderosa multinacional General Electric decidieron enfriar la planta con el agua del mar, canalizándola hacia la planta y regresándola al océano envenenada con todos los residuos imaginables.

   En menos de dos meses el efecto Fukushima ya había dado dos veces la vuelta al planeta, los índices de yodo radioactivo y cesio 137 y 134 —no olviden esos nombres— han sido detectados en todo el planeta en niveles superiores a lo permitido, las enfermedades de tiroides, los cánceres y lo que sólo se susurra por la dimensión impensable de las consecuencias, el daño genético de una generación completa a nivel planetario, una sombra vuela sobre nosotros y de eso nadie habla, como siempre, mientras fue negocio como “noticia” los medios masivos de comunicación aprovecharon lo ocurrido para hacer lo mejor que saben hacer que es lucrar con la tragedia, para que poco después una línea clara llegada de las alturas de los que mandan comenzaron a minimizar los hechos, el gobierno de Japón en seis meses declaraba el control del desastre y que los niveles regresaban poco a poco a la normalidad, después de eso los medios hicieron lo de siempre, mirar a otro lado y las consecuencias, el daño planetario se silencia y en pocos meses la noticia queda pasada de moda…

   Pero hay cosas que aunque se intenten silenciar y olvidar regresan reclamando atención, lo llamativo es el enfoque y la cobertura a noticias relacionadas, investigaciones científicas que quedan en pequeños grupos sin ser conocidas por la mayoría, mutaciones, muertes inexplicables, incrementos de enfermedades relacionadas que salen poco a poco y que no se difunden con el pretexto de no asustar o simplemente no se dan a conocer sin más excusa y otras que como en este caso no pueden ocultarse por su dimensión o por la terquedad de unos pocos que logran detectarlas, como la confirmación de que el Océano Pacífico en su totalidad está cargado de elementos radioactivos, tal vez tenga que ver las 300 toneladas diarias vertidas al mar por dicha planta, como fue dado a conocer este año o la más delicada en mi opinión que fue conocida el pasado febrero, donde se informaba del fracaso de la incursión de un robot nombrado escorpión a la vasija del reactor 2 donde se ha detectado una nueva fisura, dicho robot tenía la misión de entrar al reactor y que a través de sus cámaras ver el daño y planear una solución pero este no soporto la radiación del reactor y dejó de funcionar a la hora de introducirse en ese infierno, está demás decir que la empresa Toshiba y Tepco argumentaron que dicho robot estaba preparado para resistir aquel ambiente pero no ha sido así, no es necesario ser un especialista, el sentido común nos grita que a 6 años de aquello las cosas empeoran y la incertidumbre llena de temores nuestro presente y futuro.

    Pero hasta aquí el misterio parece no andar por esta historia y una vez más este lunático piensa distinto, creo que hay por lo menos 3 hechos que entran en nuestro concepto de misterioso embonando con esta tragedia, el primero viene de una inquietante nota donde Europa completa se alertaba de un inusual incremento del nivel de yodo 131 detectado la segunda semana de enero en principio en la península de Kola, Noruega para después ser detectado en Finlandia, República Checa, Alemania, Francia y España por el Instituto de protección y seguridad nuclear ubicado en Francia, donde claro, dicen que no hay riesgo, que ha sido en los rangos permisibles pero tácitamente se reconoce que este tipo de hechos no es de ningún modo natural, algo externo lo ha producido, la radioactividad no aparece de la nada.

   El segundo y aún más extraño es la reciente nota en España del robo de un contenedor radioactivo, dispositivo común en hospitales con elementos para medicina nuclear, que como imaginaran no se pueden vender fácilmente y por muy ignorante que fuera el ladrón, los logotipos de radioactivo son conocidos universalmente, de no conocerlos un simple tecleo en el Dios Google sacaría de dudas a cualquier ingenuo, este hecho ha ocurrido en México por lo menos 4 veces en los últimos 5 años, antes de esto extrañamente no hay registro de hechos similares, esto sería conveniente para justificar incrementos de radioactividad si fueran abiertos o dañados…

   Por último el tercero y más desconcertante para servidor es una enfermedad que alcanza cotas alarmantes en la actualidad, la amnesia y la indiferencia de esta mayoría durmiente, la sabiduría popular nos dice que el que no conoce la historia corre el riesgo de repetirla, en los días previos a escribir esta nota pregunte a unas 20 personas qué les decía la palabra Fukushima y para mi sorpresa ninguno pudo decirme de qué iba mi pregunta, las respuestas giraron en torno a alguna película japonesa o hasta alguna oscura técnica sexual poco conocida, no estamos hablando de algo del siglo pasado, hablamos de algo ocurrido hace tan sólo ¡6 años! quizá la radioactividad ha afectado nuestra capacidad de recordar de una manera alarmante, qué necesitamos para sacudirnos esta indiferencia que mezclada con el letargo parece que ha dejado fuera de combate a la maquinaria más bella y compleja que es el ser humano, que cuando pretenda reaccionar podría ser demasiado tarde.

   

Un extraño descubrimiento

          

  

   El tono de este 2017 es por decir lo menos intenso, Cronos impone su ley y uno intenta engañarlo, pero pocas veces logro ganarle unos instantes y cuando ocurre mi papel es de observador, la causa de esos extraños momentos es otro misterio en sí aunque las causas sean distintas, la percepción, esa “pantalla” por la que miramos nuestra existencia y lo que experimentamos en esta realidad enigmática e inundada por las más variopintas extrañezas.

   En este presente la sorpresa viene acompañada de noticias que por principio no son tan impactantes como deberían ser, han sido tantos años de espera por noticias oficiales que confirmaran lo que muchos lunáticos consideramos realidades que cuando llegan nos dejan una sensación de decepción, primero porque son literalmente pasadas por alto por la mayoría durmiente que no se entera y si lo hace no es algo que los saque del letargo abrumador en que se encuentran, la muchas veces compleja realidad no deja espacio para sorpresas y en este mundo de los indiferentes estas noticias no tienen nada que llame su atención.

   Por si esto fuera poco la noticia en sí nos reaviva la suspicacia, más de un detalle alerta nuestro sentido pero primero vamos a la noticia, el pasado 22 de este febrero la NASA convocaba a una conferencia de prensa que captó la atención del mundo, el rumor fue que se daría una noticia de importancia “sin precedentes” para la humanidad, las horas previas fueron más intensas que la misma conferencia en sí, se esperaba una noticia única, las ilusiones de muchos volaban expectantes, pero poco a poco el ánimo fue cambiando. A las cuatro en punto de la tarde la NASA anunciaba el descubrimiento de siete planetas rocosos, en un sistema relativamente cercano (a 40 años luz de la tierra) llamado Trappist 1, una estrella enana roja en la constelación de acuario donde giran estos 7 exoplanetas similares a la tierra y que están en la llamada “franja de habitabilidad” que es la zona o distancia que hay entre el planeta y su estrella para que pueda tener la temperatura correcta y que permite la existencia de agua en estado líquido, la llave mágica para la existencia de vida, y no sólo uno, sino siete planetas con alta posibilidad para habitabilidad en nuestro barrio cósmico… 

   Suena interesante, la noticia dio la vuelta al mundo rápidamente, algo claro en este tiempo de redes sociales que muchos vieron de alguna manera pero la realidad es que pocos se interesaron realmente, y aquí empiezan los inconvenientes, para empezar esto ha sido una noticia reciclada, se anuncio fue hecho el 2 de mayo de 2016 y no fue la NASA, fueron astrónomos belgas con un telescopio llamado Spitzer, ubicado en Chile y en realidad son 3 los planetas que están en esta zona de habitabilidad, por otro lado se explicó que el rango de búsqueda de todos los dispositivos terrestres es mínima comparada con la inmensidad del universo, por dar una idea comentaron que saben que por cada exoplaneta descubierto existen conservadoramente 100 más por descubrir, sólo imaginen, estamos viendo tan sólo las cercanías de nuestra posición en la galaxia, la técnica que se usa para detectar estos exoplanetas es cuando pasan frente a su estrella, es decir detectamos la sombra del exoplaneta para después darle seguimiento y confirmar si es o no uno de ellos.

   Otro detalle que no podemos dejar pasar, al menos hay 15 exoplanetas descubiertos oficialmente en los 2 años recientes antes de estos, entonces ¿donde está el gran descubrimiento? En este momento cuando es relativamente fácil encontrar información una institución del tamaño de la NASA no consideró que el público se daría cuenta del engaño, después viene la fecha, han hecho anuncios “relevantes” en los últimos 5 febreros y este anuncio cae en 22 que sabemos es un número maestro, con una importancia cabalística, 11,22 y 33 son grados de sociedades cada vez menos secretas, aparte decir que son 7 cuando son en realidad 3, otro número importante,  creo que sin duda la fecha fue escogida, no es casualidad de ningún modo… 

   Todos los gráficos mostrados en la conferencia son animaciones de computadora, (el gráfico con que ilustro esto es una de ellas) cada vez hay más divulgadores e investigadores que cuestionan la “realidad” de muchos de los descubrimientos e imágenes del espacio que son de este tipo, sólo un puñado de astrónomos tienen acceso a los telescopios y que ven lo que está allá afuera, hay quien considera esta clase de informaciones entran fácilmente en un claro esquema de “desinformacion” perfectamente estructurado, pero tratemos de ver esto sobre la superficie, no es secreto la presión a la que están sometidos los científicos para captar la financiación de sus proyectos y estudios, en este mundo donde el costo beneficio es el primer mandamiento, en la misma conferencia se anunció que el próximo año se lanzará un nuevo telescopio de última generación y con él la gente de la NASA espera confirmar y profundizar en este descubrimiento, quizá este anuncio garantice el presupuesto necesario para este proyecto…

   Por otro lado hay un porcentaje importante de astrónomos que con razón cuestionan el enfoque oficial de la búsqueda en el espacio, las razones ¡cientos de ellas! en Marte por dar un ejemplo duro, muestra cantidades de metano inexplicables en algunas áreas, esto es muestra inequívoca de procesos de VIDA, cualquier estudiante de secundaria lo puede entender, ¿porqué no mandar en las zondas actuales equipos para confirmarlo? 

   Existen infinidad, y no exagero, de fotografías que muestran formaciones que de ningún modo parecen naturales, en vez de que los equipos que ya están allá sean dirigidos a esas ubicaciones las mandan al lado opuesto… Sólo piensen que muchas de las fotos a las que tenemos acceso de la Luna o de Marte tienen una resolución menor a la de un celular promedio al que podemos tener acceso en la actualidad.

   Qué podemos decir de la vida extremofila en nuestro mismo planeta, esto es descubrimiento frecuente en diversos campos de la ciencia que se encuentra por dar dos ejemplos, entidades vivas en un volcán que se alimentan de hierro y viven en condiciones imposibles para la vida como la pensamos, cosas vivas que están a cientos de kilómetros de profundidad en el océano, que jamás han visto el sol, que soportan presiones imposibles…

   Y nos dicen que en una galaxia de mil millones de soles como es nuestra vía láctea buscamos vida, eso sí, que sea, piense y reaccione como nosotros, si es así es mejor no encontrarla porque estoy convencido que estaríamos en un gran problema.

   Ahora rizando el rizo analicemos algo que podemos considerar esas cosas que están bajo la superficie, esas que de verdad causan inquietud y nos ponen a pensar qué hay detrás de todo esto, me explico, en la conferencia se hizo una animación de cómo sería alguno de esos exoplanetas y para ello mostraron imágenes de un amanecer que en sí es un símbolo que trataremos en otro momento, pero lo llamativo fue la curiosa similitud de la animación mostrada con una imagen de un cortometraje animado que merece un análisis aparte por la inmensa y poderosa información simbólica que muestra, me refiero a “I pet goat 2” donde resumiendo mucho, nos muestra simbólicamente la falsedad de la realidad que vivimos y que es controlada por entidades “divinas” con la ayuda de una élite que sabe y administra lo que pasa aquí, pudiendo usar cualquier imagen usan una que parece extraída de dicho corto que manda un mensaje claro, ellos controlan esta realidad y no somos conscientes de esto, somos engañados totalmente y están tan seguros de su control que lo exponen con total descaro, mecánica mil veces usada por los medios masivos de comunicación y que igualmente merecen un análisis aparte, ¿qué está detrás de todo este teatro? sin duda hay mucho más de lo que parece en la superficie, como siempre nuestra percepción es limitada primeramente por nuestros sentidos que ven sólo una porción de lo que está aquí, luego este secretísimo simbólico que usan, que comunican algo entre los que entienden sin que sepamos de qué va todo esto, otro detalle es el nombre del sistema, Trappist, es un cerveza belga y no sería extraño que científicos de aquel país estando lejos rememoren su tierra y costumbres, la otra opción viene de la orden de la Trappa, derivación de la orden de San Benito que son unos monjes dedicados a la observación y la meditación que sufrieron un destierro singular allá por el año 1600, destierro, contemplación, ¡interesante! por cierto tienen uno de sus monasterios en la actualidad en el país sudamericano de Chile, ¡otra coincidencia! donde estos científicos belgas hacen este descubrimiento... ¿otra coincidencia? estos mismos monjes son los fabricantes de dicha cerveza...

   Quizá sea coincidencia, pero el dato queda y los eventos futuros nos darán elementos para tratar de entender, ahora tenemos unas piezas del rompecabezas que con el tiempo seguro encontraremos más, el misterio y un conjunto de extrañezas están aquí, por ultimo cuando miren el cielo imaginando lo que hay allá afuera piensen que este descubrimiento recién captado generó la luz que podemos ver hace 40 años, esto es una forma simple de entender un año luz, es decir que al mirar el cielo miramos el pasado, la luz que se genero cientos, quizá millones de años antes de que nuestros ojos pudieran captarla... para quien piense que no hay misterios, sólo nos queda estar atentos a lo que viene... 

Imagen de Pet Goat 2

Imagen usada para la conferencia de prensa