martes, 21 de noviembre de 2017

El festejo de la muerte

   


   Es extraño, mientras vamos por el mundo apresurados muchas veces sin sentido, sometidos al tic tac que cumple imparable con su papel de capataz inflexible, cuando los calendarios se acumulan restándonos tiempo, pero dándonos a cambio la experiencia que en ocasiones podemos transformar en la posibilidad de entender, darnos cuenta que este mundo y sus realidades no son exactamente lo que nos dijeron, lo que han tratado por todos los medios que aceptemos o al menos que no cuestionemos en voz alta.
   En medio de todos los no, de todos los posibles y los imposibles oficiales la magia de mirar de verdad nos enseña extrañezas y maravillas que están ahí esperando que nos demos cuenta, de que existe una mecánica cósmica que ha sido maquillada y disimulada para que no la detectemos, pero sobre todo para que su fuerza e influjo no haga ese click alquímico que provoca saber que estamos inmersos en poderosos ciclos que están por encima de cualquier poder. Quizá por eso, ese silente poder que descubrimos por cualquier camino que tomamos en nuestra búsqueda aparece escondido, disimulado y montado en creencias y ritos que en la actualidad siguen ahí, disimulados de tal forma que nos complican entender totalmente qué hay detrás.
   Nuestro viaje va por una costumbre que de una forma u otra es conmemorada, apenas lo vivimos hace unos cuantos días, es conocida como hallowen y el día de los muertos, que parecen separadas pero en realidad son las marcas de un espacio de tiempo que una vez más muestra una forma de venerar el ciclo del universo, los tantas veces nombrados en nuestra búsqueda solsticios y equinoccios, ese puntual marcador de las estaciones al paso del año, siendo fundamentales para ese oscuro poder que está sobre todo y que las sociedades secretas tienen como marcadores que veneran más allá de lo que se puede imaginar, la ofrenda por la buena cosecha, forma simbólica y metafórica de dar las gracias a esas entidades que en esos momentos cruzan y se manifiestan en nuestro entorno, están más cerca de nuestra realidad palpable y exigen pago por sus apoyos a los simples mortales.
   Se puede pensar que esto es una tradición reciente pero como todos los festejos que caen en ese cuadrante cósmico que sigue el paso del sol y su influencia sobre nuestro mundo, su origen se pierde en un lejano pasado que conocemos poco, muy poco. Esto es algo que tiene miles de años y que podemos encontrar en la mayoría de las civilizaciones antiguas, aunque la pregunta de cómo pudieron medirlo con tal precisión como podemos constatar en tantas edificaciones que tienen miles de años y están regadas por todo el planeta queda en un segundo término siendo quizá la parte más fascinante de nuestro misterioso pasado oculto, las certezas al respecto son tan nebulosas que es tema que poco se trata y queda difuminado en las informaciones de la superficie, lo que es inobjetable es su peso en todos los cultos habidos y por haber, este marcador en especial es lo que podemos llamar “la cultura de la muerte”
   La dama, —mi forma de referirme a ella— que hemos tratado en más de una ocasión es la protagonista principal de este paso cósmico, la muerte. Su trascendencia en nuestra existencia es fundamental en los ritos de nuestra humanidad pero aquí el misterio aparece, por alguna razón milenaria y oscura la muerte “encaja” con este punto del marcador astronómico que es la primera piedra en todas las celebraciones que conmemoramos sin entender lo que está detrás, silente y camuflajeada en lo que está a la vista, en la superficie.
   Nuestro búsqueda tiene que retroceder en el tiempo cientos de años, los orígenes de esta tradición viene desde los siglos VIII y IX, su origen se supone es celta, por supuesto pagana, de hecho casi la totalidad de las celebraciones del mundo es digamos de paganos de closet, porque buena parte de las celebraciones actuales están sobre las paganas, el ocultamiento, el olvido y la ignorancia hacen el resto, donde el 31 de octubre se veneraba a Samhain, el señor de la muerte que venía por los espíritus malévolos que se ocultaban en animales a los largo del año, es el final del verano, la conmemoración del inicio de “la muerte del sol” para ello, se hacían sacrificios humanos, intentando calmar a los espíritus malignos que en este momento caminan entre nosotros y tenían más poder sobre los seres humanos.
   Los druidas al final de octubre celebraban el festival de fin de año, cuando el sol comenzaba su camino de regreso y el grano maduro era recogido de los campos, en Gales creían que en la víspera de Todos los Santos las almas de los difuntos retornaban, en este ombligo de la luna los Mixtecas celebraban la venida de la muerte en los primeros días de noviembre, hacían banquetes para que ella y los espíritus que la acompañaban disfrutaran lo que pensaban que más añoraban de este plano, la comida.



   Las partes de esta celebración que en esta realidad y tiempo hace la mayoría dando color a ésta tiene sentido en la base pagana, el famoso “dulce o truco” era en principio la costumbre de que en cada casa se dejaba una ofrenda física en la entrada, lo que en principio fue frutos o algo cosechado por los moradores fue transformándose por el paso del tiempo a los dulces y era algo completamente necesario para no molestar a las entidades que manifestadas en este plano tenían el poder de maldecir o hacer un embrujo en la casa que no dejara dicha ofrenda, el complemento de esto es muy peculiar, los famosos disfraces tuvieron su inicio en los orígenes de esta tradición donde si se tenía que salir del hogar en las postrimerías del día y la noche los tomara fuera de este, había una forma de pasar desapercibido para estas entidades oscuras capaces de hacer cualquier cosa en su visita, se llenaban de lodo y así las entidades no eran capaces de percibirlos, el hecho en sí es muy llamativo, lo que fuera que se paseara era capaz de detectar el calor, el halo vital que diferencia algo vivo de lo que no lo está.
   Cuando buscamos misterios hay un indicio que no podemos pasar por alto, la repetición de costumbres y rituales más allá del tiempo y la cultura, esto nos da un poderoso indicio que es un sólido hecho a seguir, piensen por un instante el poder de algo así, un cúmulo de rituales y creencias que en su inicio no eran una forma de pasar el tiempo, eran cosas fundamentales para el paso a salvo de este tiempo de cruce entre dos realidades que tienen una interacción y que la falta de dichos rituales tenía consecuencias, esto sin duda es una tradición que está basada en algo físico que dejó una huella lo suficientemente profunda para repetirse cada vez que cruzamos este espacio de tiempo, algo real que está por encima de la ubicación del planeta donde estemos y que ahora se ha diluido en una aparente banalidad que hace que perdamos su contexto, más importante aún, cruzamos un momento cósmico que tiene riesgos a ciegas y sin las protecciones debidas.
   Algo importante y que encontramos a cada paso en este presente obtuso y despojado de sentido, el ciclo cósmico no es en sí negro o blanco, lo que le da tonalidad es nuestra percepción y ahí está su riesgo, un cuchillo no es malo sino lo que podemos hacer con el, la diferencia la da el conocimiento y sobre todo la intención que colocamos en el, aquí la cosa se complica, este supra poder más allá de lo imaginable está al tanto de la importancia de estos cruces, tanto así que su paso está claramente marcado y vestido con las tradiciones locales, diluido para no ser llamativo, desprovisto del conocimiento, quedando reducido a una simple parada en el calendario que los durmientes —que cada vez son más— repiten lejos de ningún sentido trascendente, aquí está lo aterrador, el único misterio resuelto en principio por su irremediable realidad es que moriremos, dicho trance fue venerado y valorado por la totalidad de los seres que existieron en este planeta mal llamado tierra —otro misterio que trabajamos…— ¿Cómo es posible que esta modernidad regida por lo que cada vez parece más una religión que otra cosa llamada ciencia quite importancia al único hecho irrefutable que tenemos al frente? Por más que tratemos de eludirlo existe una intención en hacernos mirar a otro lado sin dejar de hacer sonar la caja registradora, consume que ahí encontrarás respuestas…
   Pero las complicaciones aumentan, cuando vamos por el camino conscientes de estos marcadores y fechas que guardan alguna importancia descubrimos que existen un sinnúmero de eventos en este caso muertes y catástrofes que “coinciden” en estas marcas, por nombrar alguna un 1 de noviembre de 1997 la secta “heavens gate” hizo su gran escape a una nave espacial que venía camuflajeada detrás de un cometa con un suicidio colectivo de 38 personas de nivel medio alto en los Estados Unidos, sólo uno de mochos eventos extraños ocurridos en este intervalo de tiempo, quien busque darle un sentido menos extraño pensará que el catolicismo buscaba neutralizar las creencias paganas pero aquí no hay como entender que el All hallow eve, es decir el día de todos los santos era para conmemorar a los martirizados por causas religiosas que, fueron causadas en su totalidad por ellos mismos, es decir esta fecha conmemora un sacrificio ritual de seres humanos, ni más ni menos…



   Rizando el rizo entramos a la parte más compleja y oscura de este paso, según Antón Lavey y su biblia satánica esta fecha es una de las tres más importantes de su calendario y coincide extrañamente con la constante histórica de una impensable cantidad de desapariciones extrañas principalmente de menores que se sabe son utilizados como “corderos de sacrificio” tan sólo en la moderna Europa desaparecen 250000 menores al año donde al menos la tercera parte queda como inexplicable, imaginen que cifras habrá en Latinoamérica. Los sacrificios están presentes en las más variadas creencias oscuras que perviven desde tiempos inmemoriales y que hoy están más activas y poderosas que nunca, lejos de ser como nos quieren hacer creer que son hechos aislados de minorías y locos sin sentido es una exótica constante de las élites más poderosas y que son los que dirigen este barco escoltados por la ignorancia y lo que es peor, la indiferencia de una mayoría durmiente que lo piensa hechos de películas y tramas novelescas, otra de las mejores coberturas para esconder frente a todos la realidad y el color de esta, como muestra, ¿cuantas veces han escuchado hechos de pederastia últimamente?  situación más que común en Egipto o la Roma antigua, los escándalos de este tipo en la política de alto nivel y actualmente el tsunami de acusaciones de los grandes productores de Hollywood, el apellido Weintein y su estela de “excentricidades” solapadas por una industria que sabe que es algo tan común como real que da una idea del tamaño de estas supuestas “minorías aisladas” reflexionen por un momento las fechas en que salen ciertas noticias a la luz y también coinciden con esta métrica cósmica, sacrificios de distintos tipos pero sacrificios y ofrendas para esas extrañas visitas de cada año…
   La realidad queda claro no tiene mucho que ver con lo que creemos, alguna vez me preguntaban qué sentido tenía todo si la oscuridad dominaba, recordé una frase que me dio qué pensar, “el éxito más grande del demonio es que creamos que no existe” y aquí la magia nos regala un guiño, pienso que este cruce es completamente real, pero lo que cambia su sentido es nuestra percepción, podemos cerrar los ojos y rezar porque esto no exista y suplicar porque algún día no toque nuestra puerta o podemos “armar” nuestra percepción con una herramienta fundamental, el conocimiento que le da una visión diametralmente distinta a nuestro paso por la vida, recordemos que ser humano es ser trascendente y es marca inconfundible de nuestro status cósmico, por algo ciertos poderes se esfuerzan tanto por mantenernos en una burbuja que como tal es absolutamente real, pero es frágil si comprendemos que tenemos magia y también podemos protegernos, la mejor forma de mostrar respeto a esa parada inevitable en nuestro camino con la dama que no lo duden nos está esperando, es celebrar la vida a cada instante, buscando de verdad, amando de verdad y haciendo valer cada segundo de nuestro marcador tan real e inobjetable que nos susurra al oído como es estar vivo, qué mejor forma de venerar a los que ya nos dejaron que vivir con mayúsculas, amando y sobre todo demostrándolo a los seres que tenemos aquí y ahora, haciéndoles saber lo importante que es cruzar otro ciclo con la maravilla de su existencia, con la maravillosa magia de cruzarnos en esta vida con una mirada irrepetible que nos hace entender la palabra siempre, con el privilegio de tener aún a un par de locos causantes del aterrizaje de este loco irremediable en este plano, mi inscripción en el universo creador generando como debía ser a una nueva loca maravillosa que aunque quisiera no puede ocultar su estirpe, la de los locos incorregibles a la que orgullosamente pertenezco, así sea, va por ti dama de la muerte, un ciclo más desbordando vida…                  

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